jueves, 19 de febrero de 2009

El Jano Bifronte

La angustia entre narcisismo y pulsión


Voy a trabajar ilustrando con una viñeta clínica narcisismo y pulsión y como ellos permiten orientarse en la clínica.

Aparece al sentarme a trabajar el recorrido realizado en este tiempo, en donde transitamos varios textos pero siempre con una mirada atenta a vislumbrar donde estaba el sujeto allí.

Es la angustia -siempre es de castración- la que permite al sujeto virar de un lugar a otro, y es a través de la siguiente frase la que posibilita orientar la escucha “el Sujeto está en dos lugares pero no al mismo tiempo, o esta en el campo del Otro generalmente campo del narcisismo, o en el de la pulsión que es el campo propio del sujeto”.

Cuando esta en el campo de Narcisismo esta velando la falta en el Otro(1), y así velando su propia falta o sea su propia castración, con lo cual evita el desarrollo de angustia.

A algunos sujetos esto suele funcionar por un tiempo, hasta que lo pulsional siempre presente y pulsante irrumpe de un modo que es imposible amordazarlo, donde el yo defensiva y narcisisticamente poco puede hacer; lo que se armo para la irrupción de la angustia ya no sirve.

Generalmente es ahí cuando un sujeto consulta, y que tenemos como analistas para ofrecerles? hacerlos trabajar, hablando; y el sujeto cuando excede con sus dichos la voluntad de decir, permite producir un quiebre de sentido, una erosión de sentido y al extraviarse el sentido se aparece algo de la letra. Permitiendo la posibilidad de que algo de la pulsión se escriture ya en el síntoma hay un primer intento de escritura una solución a medias para evitar el desarrollo de la angustia.

Si bien el síntoma es servil a dos amos, ya hay a una verdad del sujeto expresada, es en el síntoma en su satisfacción pulsional, que el significante reprimido –letra- algo de la castración –corte- puede ser leído.

Es una paciente de 20 años, que demanda silenciar lo pulsional que irrumpe y molesta, ya que no le permite adscribir al sentido propuesto por el Otro , por ejemplo seguir siendo la nena de papá, la que no trae problemas.

Su motivo de consulta es que su novio le pega, luego de algún recorrido se precipita que estos golpes se producen cuando ella confiesa alguna infidelidad, plantea que siente culpa y una necesidad imperiosa de contar sus deslices, cuando interrogo esto (2) me asombro que la mayoría de sus confesiones tienen que ver con hechos sucedidos mucho tiempo atrás, y que un día en un momento determinado siente la necesidad de contarlo se le aparece como un imperativo que no puede dejar de hacer.

Por otro lado demanda del análisis poder dejar a este novio por que su padre no lo quiere, pero cuando mas el padre no lo quiere mas me cuesta dejarlo, y que toda esa situación le da mucha culpa, cuando pido asociaciones acerca de la culpa sobre esta y otras tantas situaciones donde aparece insistentemente la culpa, relata una escena infantil donde ella se masturba siempre delante de sus padres y esto termina en un castigo corporal (le pegan).

Lo que se reprime es el corte con el Otro, y lo que regresa es eso mismo. Regresa en la clínica y en esta paciente, en una insistencia significante, concurre por que el novio le pega, a su vez cuenta que su madre es bipolar y que no le pegan con la medicación, y al terminar la sesión: se para y dice uy se me pego la pollera, donde se da cuenta de lo dijo.

Con todo este recorrido se traslucen dos cosas: que el significante puede ser leído de otro modo y al ser leído de otro modo es en algún sentido barrar al Otro, castrarlo. Y en la misma línea pensar la pulsión como inseparable del significante, la pulsión brota de la escisión del sujeto, lo pulsional es algo que recrea, reedita en una escena de un sujeto con un yo constituidos algo de la rajadura original.

“El trayecto de ida y vuelta de la pulsión es alcanzar la verdadera dimensión del Otro, es decir bordear el a. Este lazo debe ser recorrido muchas veces. El sujeto va hacia el campo del Otro para luego “salirse” de él, y : “en ese salir airoso (salirse con la suya), a la postre, sabrá que el Otro real, al igual que él, tiene que arreglarselas”

(1)identificación imaginaria, primer tiempo de la alienación.
(2)¿cómo responder a eso pulsional que el sujeto viene a contar? justamente, no respondiendo, no sancionando eso terrible que quiere domesticar, con nuestra regla fundamental, atención flotante y asociación libre, sólo a partir de esto comienza a escucharse al sujeto, en sus repeticiones, sus actos fallidos, es decir sus manifestaciones inconscientes.


Bibliografía consultada


 Lacan, J. Seminario 11. Paidos
 Letra y destino. Olga Pilnik
 El modelo pulsional. Oscar Masotta. Catálogos
 Letrafonia Número 3 Pulsión y Narcisismo Letra Viva
o La pulsión. Intento de abordaje. Elizabeth Barral

1 comentario:

  1. En esta reflexión, claramente la Lic. Laura Dávila oficia con lucidez, de guia en este viaje hacia el centro de nosotros mismos.Poniendo blanco sobre negro, y delineando en profundidad el tema de la angustia entre narcisismo y pulsión.

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